Merecido título de Primera B para Nueva Chicago. El grito contenido tras varias fechas finalmente estalló en Munro. Con el estilo impuesto por Pablo Guede, el "torito de Mataderos" desató un carnaval en su barrio e hizo delirar a los "hinchas neutrales" que se llegaron hasta la cancha de Colegiales.
Comenzó con Mario Finarolli, quien armó un equipo interesante juntando la experiencia con la juventud. No soportó presiones y apareció Pablo Guede. Muy pocos apostaban por un equipo que había sido cambiante y consideraban al recién llegado como un "interino". Pero no fue así.
Pablo Guede demostró su convicción de atacar siempre, sin temor a la derrota. Supo explotar al máximo la experiencia, Cristian Gomez jugó uno de sus mejores campeonatos con 39 años, y realzar la juventud, aparecieron Melo, Barbona, Fáttori y Baldunciel.
Con Chicago reapareció el viejo y nunca bien ponderado 4-3-3, pero muy flexible, porque Scifo se sumaba siempre al ataque, su mediocampo creaba y mucho, encabezado por Farías, y explotaban la velocidad de Melo y la potencia de Montenegro. Si a esto tan simple le sumamos el impecable trabajo del "Gomito", más la firmeza de Lanaro y Escudero, junto a la seguridad y experiencia de Tauber, el problema, inexorablemente, iba a ser de los rivales. Claro, cuando lo complicaban, no tenían empacho en mandar la bocha a la tribuna; y eso es parte del juego también. Para resumir: El equipo jugaba, arrollaba, pero no comía vidrios.
"Loco festejo" de sus jugadores
No fueron todas rosas y dulces para este campeón. Sufrió atrasos salariales, momentos de incertidumbre con alguna lesiones y temas institucionales; pero salió adelante. Pese a todo, los jugadores y el cuerpo técnico siguieron como si nada pasara. Concentraban cuando lo debían hacer y salían a la cancha olvidándose de los problemas.
El cimiento fundamental de este equipo estuvo en la pretemporada. Se dice que hay que salir de la gran urbe, ir a la arena, hacer mucho trabajo de fuerza, etc., etc.; Pablo Guede se encargó de demostrar que no es tan así la cosa. Trabajó en Tigre durante el receso y siempre con la pelota. esto hizo que todos estuviesen "afinados", no sobrecargados, y con ganas de seguir.
Pablo Guede, el que le cambió la mentalidad
Este Nueva Chicago campeón no es el Barcelona ni el Atlético de Madrid, pero mostró cosas muy interesantes en su funcionamiento durante el campeonato: Primero, el coraje de innovar; garra y vergüenza deportiva cuando las cosas no salían bien; mucho compromiso con el trabajo previsto y demasiada ambición para alcanzar su objetivo. Por todo eso, Nueva Chicago fue el mejor en la Primera B 2013/14.
Muchos "neutrales" en Munro
El párrafo aparte es para sus seguidores. Más allá de las disputas internas entre las facciones de su barra, la mayoría (sus legítimos hinchas) disfrutó. Colmaron siempre la capacidad del República de Mataderos, y se vistieron de "neutrales" para acompañar al equipo y permitir que los de Munro se hicieran de unos pesos (tribuna neutral a $200 y plateas a $300). Se comportaron como se debe y festejaron como tenían que hacerlo. Todo Mataderos se unió al grito de "Chicago campeón".
El gran desafío es asentarse en el Nacional e intentar un paso más grande: Llegar a Primera. No es imposible.
Felicitaciones Nueva Chicago. Hoy decimos que hay un "Toro campeón", y no es en la Rural.
Alfredo Nicolás Armiento
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