FALLECIÓ JULIO GRONDONA: LA SUCESIÓN "AL PALO"

Es verdad que este suceso ocurrió el pasado miércoles. Dejé pasar unos días en publicarla porque, quien escribe, no estaba tan conforme (o nada conforme) con lo actuado durante los últimos años por la AFA y, más particularmente, con lo hecho por Grondona.
Más allá de las diferencias, sería muy necio decir que todo lo hizo mal; no fue así, y siempre lo reconocí en cada programa en el que surgían temas relacionados con el ahora ex presidente de AFA y su manera tan particular de hacer y deshacer todo lo que acontecía en el deporte más popular.

Julio Grondona falleció como consecuencia de un aneurisma de aorta en el Sanatorio Mitre. Nadie esperaba este final, más si tenemos en cuenta que el martes estuvo en distintas reuniones hasta bastante tarde. Como nunca le deseo el mal a nadie, mis respetos a todos sus deudos y que descanse en paz. "Don Julio", como lo llamaban en el mundo del fútbol, llegó a la presidencia de la AFA en el año 1979. Su muy buena gestión en Independiente y sus antecedentes, hicieron que fuera el candidato más potable para el cargo. Desde ese momento, el fútbol argentino cambió radicalmente y para bien.

Separo tres momentos en su gestión, demasiada prolongada para mi gusto, al frente de la AFA. Una primera parte muy buena, en la que ordenó todo lo relativo a clubes y selecciones en el país. Se contrató a técnicos con un proyecto determinado y se los respaldó más allá de los resultados. Abrió, con sus relaciones, el mercado europeo a nuestros equipos y jugadores, bastante difícil hasta ese momento, y batalló con sus convicciones para defender la autonomía de AFA. Con esta política, se alcanzó el campeonato mundial del ´86 en México y el subcampeonato en Italia ´90. Sin olvidar los grandes logros en Juveniles que llegarían después.
Desde ese momento, abro la segunda etapa (reitero que es según mi criterio) en la que todo se centró en el dinero. Importantes contratos con empresas de comunicación, entre otras, llegaban para participar del "fútbol negocio". Los clubes se veían beneficiados, incluso los del ascenso (estaban bastantes olvidados) y ligas del interior. La creación de la B Nacional y de los entonces "regionales" eran la pauta de una federalización en nuestro fútbol. Pero comenzó la falta de control sobre los clubes, el mal uso del dinero que entraba (facilitado por la política económica de ese momento) y los negociados paralelos relacionados con el deporte. Todo llevó a lo que se conoce como "AFA rica y clubes pobres".

Para mejor, en esos tiempos, nuestra sociedad cambió y, en el fútbol y en la sociedad toda, la violencia recrudeció. La AFA, no Grondona específicamente, fue culpable, en gran parte, de cobijar delincuentes en los clubes bajo el nombre "barras bravas". Faltó el pedido a las autoridades competentes (las nacionales) para combatirlos y la decisión de él y los dirigentes para erradicarlos. Aun hoy los tenemos, y cada vez más.

La forma de manejarse con dirigentes de clubes chicos y del interior, hacía que sus reelecciones fueran eternas. Claro, si "Don Julio" no estaba, el dinero no llegaba y los clubes no podían subsistir. Creo que ese fue su gran error: Entregar salvatajes en dinero y no controlar los gastos. Es una forma de hacer política.
Lo bueno de esta etapa es el haber mantenido en el primer nivel a nuestra selección, los procesos de trabajo en la misma y llegar a la vicepresidencia de la FIFA que, nos guste o no, le brinda ciertos beneficios a nuestro medio futbolístico.

La última etapa, desde mediados de la primera década del siglo XXI, encontró a la AFA, y a Grondona más precisamente, rompiendo contratos previos y "vendiendo" el fútbol al Gobierno Nacional. Todo por millones de pesos y en medio de una guerra del Gobierno contra los medios de comunicación opositores y sus componentes. Ahí, considero, "derrapó" la conducción de nuestro fútbol. Todos sabemos lo que ocurrió después y lo que sigue ocurriendo: Gastos poco claros, clubes grandes fundidos y los ordenados dejados a un costado; más negociados oscuros con los pagos efectuados a los clubes; inhibiciones de todo tipo, dirigentes más políticos que conductores de sus instituciones, representantes y grupos inversores fantasmas para beneficiarse con jugadores, más "barras" y torneos desorganizados cuyas reglas se cambian durante la competencia.
Actualmente hay una causa abierta en el Juzgado Federal de la Dra. Servini de Cubría en la que se investiga el "Fútbol para todos" y a sus participantes (entre los que estaba Grondona y la AFA).
"Todo pasa", rezaba el anillo de Don Julio. Todo pasa y el fútbol debe seguir. Hubo muchas lágrimas en el sepelio de Grondona; algunas sinceras y otras por conveniencia. No me gusta escuchar a "algunos" que decían que todo estaba mal con él y ahora lo recuerdan como el mejor dirigente del fútbol. No seamos hipócritas, por favor.
Que descanse en paz junto a su amada esposa, quién lo contenía y de quien era inseparable.

El gran tema será la sucesión. ¿Quién está capacitado para manejarse al frente de la AFA?. Después de la Asamblea de octubre lo sabremos.

                                                Alfredo Nicolás Armiento