ADVERTENCIA: La nota
que hoy presentamos fue escrita por un ilustre cervecero, Daniel Arrigo. Y
sirve para homenajear a uno de los tantos héroes del ascenso, campeón con
Quilmes y Chicago.
Dicen que dicen que "el nombre encierra un
destino", y el caso de Juan Generoso Carrizo, de quien estamos hablando,
parece que lo confirmó.
Juan Generoso Carrizo
Generoso, Como su Nombre lo Indica (por Daniel Arrigo) Actor de reparto en las mejores películas cerveceras, este diminuto marcador de punta fue campeón en dos oportunidades, 1975 y 78, con el Cervecero.
La historia futbolística de nuestro querido club también está forjada por los silenciosos, aquellos que aportan su granito de arena cuando se los necesita, y el “Tongo” Juan Generoso Carrizo es un claro ejemplo de ello.
Producto de las Divisiones Inferiores, como se llamaban en esa época a las hoy Juveniles, volvió de jugar a préstamo un año en Argentino de Quilmes, para integrar el equipo que afrontaría el torneo de Primera B de 1971, al que el Cervecero volvía luego de cinco años en la “A”. Recuerda con cariño aquel equipo con gran mayoría de pibes que, en tiempos de una gran crisis económica del club, estuvo ocho meses sin cobrar su sueldo, cosa que a Juan no lo vulneraba, porque tenía un trabajo que le permitía mantenerse, él sólo quería jugar. Fue el jugador con más presencias en esa temporada, siendo titular en 25 partidos con la camiseta número 4, y venía con asistencia perfecta hasta que una huelga general de Futbolistas Argentinos Agremiados dejó sin profesionales a las tres últimas fechas del torneo.
En 1972 fue nuevamente a préstamo a los Mates, y al volver en el ’73, otro querido petiso, Ricardo Lupo, se había adueñado del puesto de marcador lateral derecho, por lo que sólo pudo jugar en 3 partidos en la buena campaña de ese año. En la temporada siguiente participó en 22 partidos, alternando la “4” con Lupo y jugando algunos partidos por el lateral izquierdo de la defensa.
En el gran campeón de 1975 volvió a ser suplente de Lupo,
y participó de 8 partidos. Al año siguiente jugó su primer partido en Primera
A, en el triunfo Cervecero por 1 a 0 ante Gimnasia de La Plata en Guido y
Sarmiento, su único partido en el torneo Metropolitano. Su participación creció
en el Nacional, participando en 15 de los 18 partidos, de la gran campaña de
Quilmes que llegó hasta los cuartos de final, donde fue eliminado por River.
En 1977 tuvo escasa participación, 18 encuentros en la temporada
Si bien en el equipo campeón Metropolitano de 1978 tuvo poca participación, la suya fue muy importante en un partido decisivo en cancha de Banfield, en el que Quilmes venció por 1 a 0 con gol de tiro libre de Milozzi, en la antepenúltima fecha del torneo. Al respecto, en la revista El Gráfico, un relato del Piojo Yudica, técnico de aquel equipo refleja claramente la entrega y el amor por la blanquita del “Tongo”: “Faltaban pocos minutos para que terminara el partido y Carrizo se acercó renqueando al banco. Me dijo que no podía más, que el tirón no lo dejaba seguir, y yo empecé a preparar el cambio. En ese mismo momento viene el juego por ese costado. Se llevaba la pelota uno de ellos, creo que era Miguel González, a toda velocidad ¿Y a que no saben lo que hizo Carrizo? Lo corrió como treinta metros, se le tiró a los pies y sacó la pelota afuera. Lo tuvieron que llevar a los vestuarios en camilla porque después del esfuerzo el tirón se había transformado en desgarro”. El recuerdo exalta el sacrificio que siempre exhibió Juan con la blanquita y también deja claro que esa lesión lo dejó sin posibilidades de conquistar el título en la cancha, dado que el “3” titular, el Tato Medina, había quedado fuera del torneo por una suspensión de 5 fechas, y era la oportunidad del “Tongo”.
En 1977 tuvo escasa participación, 18 encuentros en la temporada
Si bien en el equipo campeón Metropolitano de 1978 tuvo poca participación, la suya fue muy importante en un partido decisivo en cancha de Banfield, en el que Quilmes venció por 1 a 0 con gol de tiro libre de Milozzi, en la antepenúltima fecha del torneo. Al respecto, en la revista El Gráfico, un relato del Piojo Yudica, técnico de aquel equipo refleja claramente la entrega y el amor por la blanquita del “Tongo”: “Faltaban pocos minutos para que terminara el partido y Carrizo se acercó renqueando al banco. Me dijo que no podía más, que el tirón no lo dejaba seguir, y yo empecé a preparar el cambio. En ese mismo momento viene el juego por ese costado. Se llevaba la pelota uno de ellos, creo que era Miguel González, a toda velocidad ¿Y a que no saben lo que hizo Carrizo? Lo corrió como treinta metros, se le tiró a los pies y sacó la pelota afuera. Lo tuvieron que llevar a los vestuarios en camilla porque después del esfuerzo el tirón se había transformado en desgarro”. El recuerdo exalta el sacrificio que siempre exhibió Juan con la blanquita y también deja claro que esa lesión lo dejó sin posibilidades de conquistar el título en la cancha, dado que el “3” titular, el Tato Medina, había quedado fuera del torneo por una suspensión de 5 fechas, y era la oportunidad del “Tongo”.
En su último año en Quilmes, 1979, participó en 9
partidos, incluido uno en Copa Libertadores, totalizando en su carrera con la
blanquita 107 partidos sin convertir goles. En los tres años siguientes jugó
para Nueva Chicago, integrando el equipo que logró en 1981 el ascenso a la A
por primera vez para esa institución; jugó también en ese club en Primera en
1982, temporada en la que, con 33 años, se retiró del fútbol profesional.
Sacrificio, humildad, entrega, 8 temporadas defendiendo al Cervecero aportando cuando le tocaba, sin duda el Tongo Carrizo, Generoso, haciendo honor a su nombre, ha honrado la blanquita.
Sacrificio, humildad, entrega, 8 temporadas defendiendo al Cervecero aportando cuando le tocaba, sin duda el Tongo Carrizo, Generoso, haciendo honor a su nombre, ha honrado la blanquita.
José Galoppo
Disculpen..pero en 1983 jugó en Argentino de Quilmes..por lo tanto, no se retiró jugando para Nueva Chicago.
ResponderEliminar