QUILMES 1 – 0 FERROCARRIL OESTE
Quilmes llegó a la final gracias a un penal que no fue y que convirtió
Federico Anselmo para que el Cervecero se meta en la final por el ascenso a
Primera.
Quilmes y Ferro habían hecho un partido emotivo en Caballito
que terminó empatado. Si bien Ferro fue algo más, el empate terminó siendo
justo en la ida. Todos esperábamos algo parecido en el “Centenario”; lo era
hasta que Lamolina demostró, una vez más, que no está a la altura para dirigir
un partido de fútbol profesional. Tal vez lo podrá hacer en el barrio o en una
liga de segunda. Él solito, Lamolina, arruinó totalmente el partido y exaltó
los ánimos de todos.
El trámite fue parejo, con opciones repartidas, aunque
pocas, para ponerse en ventaja. Al cabo de los primeros 45 minutos la igualdad
estaba bien. También comenzaron algunos fallos polémicos e inentendibles del
árbitro que dirige, creo, que por portación de apellido.
En el complemento todo seguía igual y ya pensábamos en los
penales. Los plateístas, inquietos, hostigaban a los suplentes de Ferro y se
acordaban de la familia de Lamolina. Y en ese marco llegó lo inesperado y
también insólito: Pavone saca un remate que se desvía en el camino y terminó
habilitando a Anselmo que encara al arco, el arquero Miño va a la pelota, llega
antes que Anselmo, quien en su carrera se lleva por delante al arquero y cae
como si una bomba le pegara en su cabeza. Lamolina, que estaba cerca y bien
ubicado cobró penal, pero al parecer no estaba viendo la jugada porque no lo
fue ni siquiera repitiéndolo tres veces. Lo cierto es que el mismo Anselmo puso
el 1 – 0 y el partido cambió totalmente.

Lo que se jugó después vio al visitante en ataque constante
sobre el arco quilmeño, muy nervioso y a veces sin ideas claras, y a Quilmes
aguantando. Después un cierre con forcejeos y escándalos. Dos cosas son
seguras: Quilmes ganó y estará en la final por el segundo ascenso y Nicolás
Lamolina no puede ser árbitro de fútbol; lo viene demostrando desde que dirigía
en primera D y solo su apellido lo sostiene. Y aunque pida perdón, ya le
arruinó la temporada a un equipo que trabajó mucho para terminar así.
Darío Schonfeld
Nota: Las fotos son de Google y capturas de TV.