Ferrocarril Oeste logró algo que parecía haber olvidado: Ganar y por dos goles de diferencia. La víctima fue Defensa y Justicia, que en su reducto de Florencio Varela no pudo hacerse fuerte y así volvió a pagar por su irregularidad. La Primera B Nacional cada vez está más pareja y el buen juego solo se ve en cuentagotas.
Lo más difícil por estos días no es encontrar partidos en donde se puedan ver lujos, como taquitos, caños y chilenas. Tampoco es la falta de cotejos en los que los jugadores puedan dar más de tres pases seguidos. Lo más complicado en la actualidad es encontrar victorias. Sí, así como lo oye, caro lector, sumar de a tres se ha convertido en un oasis en el desierto.
Hoy por hoy, encontrar un rival que logre ser constante en su juego y pueda meter tres triunfos seguidos es como encontrar a un político honesto. Por eso es que cuando un equipo consigue ganar rompe con la monotonía y puede permitirse empezar a crecer. Es cierto que pocos logran convencer y mucho menos golear, pero eso ya es pedir demasiado.
Ferro se enfrentó en la mañana del último sábado con Defensa y Justicia, en un estadio “Norberto Tomaghello” que estuvo semivacío. Por supuesto, el horario (11:00) tuvo mucho que ver para que los hinchas del halcón no se acercaran en masa, pero el hecho de que no pudo concurrir la parcialidad verdolaga potenció la falta de gente.
Resulta que la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APREVIDE) decretó que los encuentros entre Aldosivi de Mar del Plata - Douglas Haig de Pergamino; Gimnasia La Plata - Almirante Brown y Defensa - Ferro no contarán con la presencia de público visitante, por los incidentes ocurridos tras el cotejo entre Almirante y Aldosivi, en la 8º fecha, cuando hubo tiroteos y heridos de bala).
Dejando por un lado la violencia que se ve todas las semanas en el fútbol argentino, en especial en el ascenso, hay que decir que Ferro fue un vencedor sin grandes merecimientos. O sea, tuvo algunos, porque sino no podría haberse llevado un 2- 0 a Caballito, pero lo más justo hubiera sido un empate.
El primer tiempo se inició con el equipo de Ricardo Villa buscando el arco de Jorge Carranza, sin ideas. La pelota iba y venía en forma permanente, en un día gris por donde se lo mirara. A los 33 minutos, Jorge Pereyra Díaz fue habilitado por Osvaldo Miranda y su remate pegó en el travesaño, con tanta suerte que en el rebote pudo empujar el balón sin problemas a la red.
A partir de ahí, Ferro se dedicó a proteger la exigua diferencia con pelotazos y le cedió la iniciativa al local. Defensa tuvo algunas chances, como un remate de Cristián Milla que pasó apenas al lado del palo derecho, pero en general pecó de ingenuo.
El complemento casi estuvo de más, aunque faltaba la frutilla del postre para los dirigidos por Carlos Trullet. Como los de Varela eran los dueños del esférico, pero no podían empatar (Carlos Rearte tuvo la posibilidad de tirar un centro, pero prefirió patear a cualquier lado), la única acción que podía intentar el visitante era el contraataque. Bueno, a los 45 minutos, Miranda ganó una gran pelota en la mitad de la cancha y se fue derecho al área grande, definiendo con categoría a la izquierda de Gabriel Arias. De esta forma sentenció un encuentro que fue excesivo en el resultado.
Defensa es un rival que no puede con su genio y hace rato que enterró los dos buenos partidos que había tenido en el inicio del torneo. Por su parte, Villa y los jugadores quedaron muy cuestionados por la gente y es un hecho que cada vez tienen menos margen de error. Por ahora suman 11 puntos y en la semana tendrán que corregir las falencias que se mantienen desde hace algunas semanas. Lo positivo es que la distancia con los de arriba aún no es amplia: Sarmiento suma 17 unidades; mientras que Gimnasia de La Plata e Independiente Rivadavia de Mendoza tienen 16 y aún deben jugar sus respectivos encuentros. Mas el tiempo corre y no suele darle muchas chances a los dejan pasar fecha tras fecha.
Julio Villa en la cuerda floja. ¿Seguirá al frente del halcón?
Por su lado, Ferro ganó su segundo cotejo, salió del último puesto y alcanzó los 10 puntos. Lo hizo sin sobrarle nada, claro está, pero lo importante es que por primera vez en el certamen pudo sacar una diferencia de dos goles a favor. Ahora deberá mantener la racha en su estadio, en donde no suma de a tres desde la temporada pasada. Trullet y sus futbolistas también tendrán mucho trabajo los próximos días, pero lo que vale es que con casi nada recuperaron la esperanza. Esa esperanza que el verdolaga había perdido desde hace un tiempo…
Nicolás Souto
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