En la entrada anterior sobre el torneo máximo de la Conmebol llegamos a los cuartos de final y nos quedaban algunos interrogantes sobre la manera en que cada uno llegaba a semifinales y lo que podría pasar, teniendo en cuenta que veníamos de malos arbitrajes y en el juego la mayoría de los equipos estaban en deuda; algunos más otros menos, pero ninguno nos mostró un juego atildado y de alto vuelo.
Vamos a mencionar lo que pudimos observar en las instancias finales durante la última semana y que abrieron una cantidad de expectativas y el más recalcitrante de los exitismos que luego nos llevan a caernos anímicamente y maldecir hasta a quienes nada tienen que ver. Pero el fútbol es así y nadie ni nada va a cambiar.
CHILE 2 - PERÚ 1: Una semi con marco geopolítico
Se sabía que la selección local iba a salir con todo y con todos los elementos necesarios para llegar a la final. Era, para ellos, una "causa nacional" y así lo planteó.
Se puede decir que el árbitro venezolano (reemplazó al boliviano que iba a dirigir un día antes) hizo alguno de los "deberes solicitados", pero más allá de dejar pasar alguna falta fuerte sin amonestar a ciertos jugadores locales que jugaron al límite, llevó el partido en forma aceptable. Tampoco se le puede reprochar nada por expulsar a Zambrano porque el peruano hizo lo posible para que lo manden al vestuario antes de tiempo.
En líneas generales los de Sampaoli ganaron bien, sin sobrarles nada, ante un equipo que, con uno menos, lo complicó en varios pasajes del encuentro. Esto pone en alto el gran trabajo que desarrolló Ricardo Gareca en Perú.
Chile a la final y una selección incaica que rubricó su muy buen torneo al quedarse con el tercer puesto.
ARGENTINA 6 - PARAGUAY 1: No dejaron cartuchos para la final.
Buen juego, dominio absoluto y goles para todos los gustos regaló Argentina frente a Paraguay. Con un Messi encendido, como siempre lo queremos ver, y un ataque que no dio ninguna pelota por perdida y convirtió todo lo que tuvo, la selección dejó una imagen ganadora, de imbatibilidad y de candidato firme para la final.
Los de Ramón Díaz solo hicieron fuerza en parte del primer tiempo y preocuparon cuando lograron descontar. Muchos pensaban que pasaría lo mismo que en la fase de grupos, pero todo fue distinto.
Messi manejaba los hilos, Pastore jugó como nunca lo ví antes y DiMaría y Agüero volvían locos a los guaraníes. Más allá de algún error, la defensa estuvo cómoda también.
Esta actuación hizo que los ánimos crecieran en los hinchas. También hizo que el equipo llegara demasiado confiado a una final que se pensaba sería el final de una sequía sin títulos.
CHILE 0 (4) - ARGENTINA 0 (1): Explicar lo inexplicable.
La "causa nacional chilena" seguía a flor de piel. Claro, nunca habían ganado nada a nivel internacional y este era el momento, nada menos que ante su rival más odiado pese a que quienes arreglaron sus desajustes futbolísticos fueron los DT argentinos que tuvieron en los últimos años. Por el lado argentino, se confiaba en una actuación parecida a la que se brindó en semifinal. Y eso le jugó en contra.
Chile salió a jugar el partido como lo hizo durante toda la Copa: Atacando y presionando a su rival, intentando cortar el circuito de juego del adversario y haciendo que Argentina sienta el rigor de una final sabiendo que siempre hay algún guiño arbitral para el local. No quiero decir con ésto que el árbitro "bombeó" a Argentina porque no fue así. Argentina se "bombeó" solo.
Nuestra selección no supo tener el balón y administrarlo como sabe hacerlo, por el contrario, le cedió la iniciativa a Chile y no supo resolver bien cuando lograba tener la pelota. Se sintió incómoda durante todo el partido y fue un equipo largo en la cancha que no supo encontrar alternativas ante el juego propuesto por los locales.
Sampaoli sí supo como anular el juego que pueden generar Messi, DiMaría y Agüero. Para ésto presionó a Pastore, presionó escalonadamente al 10 para que no se llenaran de faltas sus jugadores y no vaciló en alejar el balón desde su área.
Para mejor, se lesionó DiMaría y no entendí el cambio del "Tata" Martino. Lavezzi puede ir por el lateral en ataque, pero no marca bien al perder el balón. Y si el partido es muy "táctico", me parece que hay que cambiar por alguien que rompa la táctica y sea indisciplinado en ese aspecto. Era el momento de utilizar a Carlos Tevez, que además sumaba ganas porque quería estar ahí y podía contagiar a muchos.
La conclusión es que Messi quedaba muy aislado, Pastore no aparecía y Agüero estaba abandonado en el área rival sin que le llegara el balón.
Todo estaba a pedir de Chile que, sin hacer demasiado, parecía llevar más peligro y buscaba siempre el arco del rival.
Las cosas no salían. Lejos quedaba la imagen mostrada ante Paraguay, y Argentina caía en la trama ideada por el técnico de Chile. Martino tardó demasiado para cambiar, y cuando se decidió cambió figurita por figurita. Pastore estaba regalado en la cancha y no era el socio que Messi necesitaba. El 10 estaba en otra cosa y no podía superar claramente a sus marcas. Entonces llegó el turno de poner algo más, pero equivocado, para mí, nuevamente.
Entró Higuaín por Agüero. Sí, está bien. Pero si queremos ser más profundos, no saques a un jugador que aunque esté en una pierna te puede definir el partido en una sola jugada.
El ingresado se "comió" todo lo poco que tuvo para definir un partido muy cerrado.
Finalmente, y a falta de 10', Martino mandó a la cancha a Banega por Pastore. Tampoco obtuvo la respuesta que esperaba.
Si buscaba conseguir la pelota y manejarla en el medio, ya era tarde. Chile siguió en la suya, tampoco inquietaba mucho, pero no pasaba sobresaltos porque los jugadores argentinos estaban en otra. Muy desanimados, Messi ya caminaba la cancha al no encontrar socios, y solo Mascherano intentaba contagiar algo de amor propio. No lo consiguió.
Se acababan los 90' y todo seguía igual. Era un triunfo anticipado de los trasandinos que veían más cerca que nunca la conquista de su primer título internacional.
¿Qué se esperaba para el suplementario?. Por parte de Argentina no mucho; ya había realizado los tres cambios y salvo una ráfaga ganadora de alguno de los jugadores, no se esperaba mucho más. Los chilenos, en cambio, aun podían buscar algo de piernas frescas porque le quedaban dos variantes y su ánimo seguía en aumento.
Para agregar a ésto, Higuaín seguía "comiéndose" las pocas ocasiones que tenía como nunca lo hizo en el Real Madrid ni en el Nápoli. La más clara fue sobre el final del alargue cuando entrando solo por el segundo palo y con el hueco justo para anotar, la terminó dejando contra la parte externa de la red.
El final era inminente, 0-0 e intentar romper la mala racha en la serie de penales.
Lavezzi acalambrado desde que ingresó, Mascherano y Biglia contracturados, Agüero y Tevez afuera de la cancha. ¿Quiénes eran los ejecutantes?. Todos volvían a rezarle a "San Chiquito" Romero. El 1 podría atajar alguno de los penales, pero si tus compañeros no meten los propios......el resultado es el mismo: Derrota. Lamentablemente esto fue lo que pasó.
Messi no brilló como suele hacerlo en su equipo y sus detractores están "chochos" para caerle con sus críticas. Pero el tipo agarró la pelota, remató el penal con la serie 0-1 y convirtió mostrando personalidad. Les guste o no, Messi la tiene y mucha, a diferencia de otros que se borran o les duelen las piernas.
1-2 en la serie y llegó el turno de Higuaín. El remate se fue dos metros arriba del travesaño. Buen remate para una conversión frente a los All Blacks, pero no para el fútbol donde la pelota debe ingresar en el arco.
1-3 y el ejecutante es Ever Banega. Vaya uno a saber en qué pensaba porque le salió un "tirito" cantado que hasta en inferiores lo atajan. Eso hizo Bravo y la Copa se escapaba.
Si Alexis Sanchez anotaba, se terminaba todo y eso fue lo que pasó. Para mejor, picó la pelota y Romero fue hacia el otro palo. Chile gritaba campeón.
A ver, todos sabemos que un jugador de selección es humano y puede tener distintos estados de ánimo que influyen en su juego. Lo que no voy a entender ni a perdonar jamás es que un jugador profesional remate un penal dos metros arriba del travesaño. El arco tiene 7,32 de largo por 2,44 de alto. ¿Cómo puede ser que desde 11 metros no le aciertes?. Te lo puede atajar el arquero porque también juega, pero regalarle un remate así no lo voy a entender nunca. El viejo adagio del fútbol dice que "penal bien pateado es gol"; bueno, Argentina solo pateó bien uno y Chile los cuatro que remató. Nada más para decir.
Chile festejó y merecidamente. Buscó más el partido y la victoria y lo consiguió desde los 12 pasos. Argentina seguirá esperando para que esta generación de excelentes jugadores, que tiene al mejor del mundo en la actualidad, pueda levantar una copa.
Para finalizar, mis preguntas al "Tata" Martino ,a quien respeto y mucho, y al que "banco" porque se lo que puede dar como conductor de un grupo: ¿Por qué plantear un partido para neutralizar el juego chileno si teníamos material para ganar y hacer que ellos se preocuparan por el juego de nuestra selección?; ¿Cuál fue el sentido de mantener a Pastore hasta faltando 10 minutos si no podía mostrar lo que sabe?; No soy muy simpatizante del juego de Tevez aunque es un gran jugador, entonces ¿Por qué no intentar una variante con él sabiendo que siempre va para adelante?. La defensa era el punto más flojo del equipo, esta vez no hay mucho que reclamarle, aunque hay que revisar y averiguar el por qué del bajo rendimiento de los atacantes en momentos decisivos.
22 años es mucho tiempo sin ganar algo para una "patria futbolera" como Argentina. Habrá que seguir esperando.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: Las imágenes son de la página de la Copa y capturas de TV.
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