Te fuiste amigo. Eras un confidente, un consejero y tantas cosas más que son necesarias en la vida. Como siempre decías: "éramos hermanos de la vida".
Estoy triste, demasiado, y no encuentro muchas respuestas a mis propias preguntas. Aunque también me pone bien el saber que te tuve a mi lado durante todos mis pasos en el periodismo deportivo.
¿Te acordás cuando nos conocimos en la vieja Radio Activa en Caseros y me pusiste delante de un micrófono para hablar del fútbol de ascenso?. ¿Y cuando me hiciste relatar lo que fue mi primer partido con vos como comentarista?. No te alcanzaban los dedos de la mano para señalarme el número del jugador que llevaba la pelota para que no le errara al nombre.
Nos salía bastante bien; y nos divertíamos también. Recorrimos cientos de canchas del ascenso en las que "si ibas con Beto, te daban trato preferencial". Así eras vos: El tipo "amiguero" al que todos saludaban y le contaban las novedades antes que todos las conocieran. Es que inspirabas confianza. esa misma confianza que me brindaste, y a tantos más, para poder seguir y pelearla en esta profesión.
Todavía me acuerdo los viajes al interior y tu miedo cuando tuvimos que subir a un avión para ir a Corrientes y la anécdota cuando estábamos en un hotel de primera en aquella ciudad. O cuando fuimos a la cancha de Sarmiento en Junín y de paso en Salto almorzamos con una de mis tías. No dejaste ravioles en la fuente y te convertiste en el preferido de la Tía Florinda. Qué tiempos "Betito".
¡Mirá que la peleamos con Ascenso con Estilo!. Pero triunfaste y logramos formar un equipo de gente de primera, profesionales jóvenes y no tanto que la pelearon siempre junto a nosotros. Algunos ahora están con vos formando otro grupo para seguir el fútbol de otra manera.
Llegaron los reconocimientos después. ¿Te acordás cuando nos nombraron como ganadores del premio Raíces?. El primero de nuestra carrera. Nos temblaban las piernas cuando subíamos al escenario. Por suerte después nos acostumbramos; y nos reíamos cuando regresábamos de La Plata, luego del Antena Vip, con la autopista inundada.
Además, Beto, nuca me dejaste en banda. Te llamé porque necesitaba alguien que "me hiciera pata" hasta Ensenada a las 12 y a las 14 ya estábamos en viaje; y salió bien la transmisión. O cuando nos íbamos junto a Nicolás y a Pablo para seguir a J.J.
La pasamos bien y logramos disfrutar de esta profesión. Y ahora me voy a tener que arreglar solo. No voy a tener al oído tu voz pausada y tranquila, hasta cuando estabas enojado, que me daba aliento y consejos. Tal vez, con el tiempo, pueda ayudar a nuestros jóvenes amigos como vos lo hiciste conmigo y con varios de ellos también.
Y cómo te voy a extrañar cuando necesite hablar con alguien sobre cualquier cosa que se nos presenta a diario. O para encarar algún proyecto nuevo en el fútbol.
Estamos todos tristes Beto. El ascenso está triste. Queda mucho aún por hacer. hace un tiempito nos pasaste la posta a mí, a Nico y a Seba. Intentamos hacer lo mejor que pudimos, pero sin vos no era lo mismo. por eso te llamaba y te jodía casi a diario. Y ahí estabas, siempre dispuesto a ponerle el hombro.
Compartimos mucho afuera de la radio. Los cafés y algunas comidas interminables en algún lugar de Caseros o de San Martín con familiares y amigos comunes. Las seguiremos teniendo, seguro, pero algo nos va a faltar y va a ser tu sonrisa, tu charla de barrio, de cómo encarar a la que nos gusta y tantas cosas más.
Me fui por las ramas Beto. Ni siquiera estoy escribiendo esta carta como un periodista. Seguro que algún error se pasó por alto, pero es lo que siento en este momento difícil y triste que me toca vivir.
Miro algunas fotos y todavía no puedo asumir tu ausencia. Creo que a todo este grupo de Ascenso con Estilo que formaste nos pasa lo mismo. ¿Qué le vamos a hacer si somos así?.
Puedo estar escribiendo mucho más, pero nada te traerá de regreso a la mesa del estudio ni frente al micrófono. Entonces, Beto, te aseguro que voy a hacer lo mejor que esté a mi alcance para que podamos seguir con tu legado y honrar tu memoria como es debido.
Te voy a extrañar pero no a olvidar. En este momento me hubieses dicho "andá a llorar a otra parte"; es así, la vida seguirá dando vueltas.
Beto, gracias por todo. Y, simplemente, te digo hasta luego.
Alfredo Nicolás Armiento
Ascenso con Estilo
No hay comentarios:
Publicar un comentario