El partido entre Sporting Club Victoria de San Luis y Peñarol de San Juan, por las semifinales del Federal regional Amateur, debió ser suspendido a los 28 minutos del segundo tiempo luego de que los hinchas locales invadieran el campo de juego y agredieran a los futbolistas rivales.
El encuentro estaba empatado 0-0, en la ida los DE San Juan
se impusieron por 4-0. El clima era muy tenso. En la previa se vivieron
situaciones de tensión: desde agresiones al micro de la visita hasta bombas de estruendo en
las inmediaciones del hotel, para no dejarlos dormir. Hasta ahí, pasa casi
siempre.
Y a la hora del partido, la situación superó todo lo
imaginado. Ya a los 30 minutos del primer tiempo, el árbitro había tenido que
parar el partido por unos minutos luego de que llovieran proyectiles tras la
expulsión de Walter Quevedo de Sporting Victoria. La policía dio garantías y
siguieron jugando.
A los 28 minutos del complemento, el público local volvió
a entrar en escena: en medio de una pelea entre jugadores de ambos conjuntos,
los hinchas primero tiraron bombas de estruendo y luego invadieron el campo
de juego para atacar a sus rivales, que empezaron a escapar por arriba del
alambrado. Varios futbolistas e integrantes del cuerpo técnico sufrieron
heridas. El que se llevó la peor parte fue el jugador Ernesto Ceballo, quien se
descompensó y debió recibir asistencia.
"Estamos muy mal. Pudo haber sido una
tragedia", le dijo Cristian Bove, DT de Peñarol, a Tiempo de San
Juan. El dirigente Mariano Perona completó: “No nos protegió la Policía ni el
club local. Por suerte ya estamos todo bien. Vamos a esperar que todo se
tranquilice para poder volver a San Juan".
"Nos defendimos como pudimos, pero eran
muchos. Corrimos para salvarnos, trepamos el alambrado y terminamos con cortes.
Saltábamos de a uno e intentábamos ayudar a los otros compañeros",
explicó Fernández. "A un compañero (Ernesto Ceballo) le pegaron un rodillazo
en el pecho. Se quedó sin aire, no podía respirar. No pudo trepar el alambrado
y le siguieron pegando", denunció.
Uno de los principales apuntados por este escándalo es
Roberto Vallejo: es el presidente, jugador y capitán del club de San Luis.
Además es comisario mayor y el Director General de Protección Ejecutiva, es
decir, el jefe de la Custodia del gobernador de la provincia, Alberto Rodríguez
Saá.
El presidente del club de San Luis les echó la culpa
a los visitantes. "Todo empezó cuando el técnico de Peñarol le pegó una trompada a
un jugador de Victoria", dijo. "Soy jefe de la policía que
no tiene nada que ver con la seguridad del club. Yo ayer era jugador",
remarcó Vallejo, quien reconoció que puede alejarse de la dirigencia del club. "Voy
a hablar con la Comisión, seguramente renuncie".
Como ocurre en varios estadios de nuestro país y sin
diferencias de categorías, la violencia se hace presente. Parece que perder un
partido de fútbol es cuestión de vida o muerte y no es así. Hay muchos
intereses en el medio que van desde lo político y económico hasta el simple
hecho de figurar. Ahora, el Sportivo Victoria sufrirá una dura sanción que
incluye la desafiliación momentánea; similar a otro club cuyos seguidores producen
actos de violencia muy seguido como es Talleres de Perico. Lamentable, pero
cierto que esto ocurre.
Carlos Alberto Costa
desde San Luis
para Ascenso con Estilo
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.
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