Nuevamente la violencia se hizo presente en un estadio de fútbol. Esta vez en el encuentro en el que Independiente de Chivilcoy vencía a El Linqueño por la final de la Zona Pampeana Norte, debió ser suspendido por una agresión al árbitro Joaquín Gil, quien terminó siendo llevado al hospital para una mejor atención.
Si bien vamos a los estadios para cubrir las alternativas de un partido de fútbol, vemos y comtamos como siguen los escándalos en el Torneo Reginal Federal Amateur. Esta vez ocurrió en Chivilcoy y el que lo sufrió fue el árbitro. Joaquín Gil dirigía en partido con el triunfo parcial de Independiente de Chivilcoy ante El Linqueño por 1-0, cuando un proyectil cayó desde la tribuna visitante e impactó en su cabeza.
El encuentro fue accidentado desde poco después de iniciado porque a los 28 minutos de la primera etapa debió ser detenido por incidentes entre las parcialidades en la tribuna; volvió la calma y se pudo seguir. A poco de comenzar el segundo tiempo, a los 10 minutos, sucedió lo peor que derivó en la suspensión del partido: un botellazo partió desde la parcialidad visitante e impactó en el árbitro.
El árbitro Joaquín Gil estuvo siendo atendido dentro del campo de juego por un lapso de diez minutos, pero tuvo que ser retirado en camilla y en estado de conmoción . Al ver que sus heridas y su estado eran de mayor complejidad, fue trasladado al hospital local en ambulancia, y el partido quedó suspendido.
Agregamos que hasta ese momento, Independiente iba ganando por el gol de Martín Gallo a los 53 minutos del primer tiempo (estuvo interrumpido por incidentes más de 10 minutos). Ahora tendrá que decidir el Tribunal de Disciplina del Consejo Federal.
Ascenso con Estilo
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.
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