Tenían que jugar Los Andes - Villa Dálmine en Lomas y una hora antes hubo que suspenderlo porque si no iban 100 efectivos más, no daban servicio porque no garantizaban la seguridad.
Todos sabemos que los megaoperativos policiales no existen, que si te piden mil "inefectivos" van realmente 600 o alguno más, que por más que vayan no pueden reprimir en espectáculos deportivos por una vieja orden K, entonces dejan hacer y se dedican a mirar.
Todas la anormalidades que se vienen dando en el fútbol, también incluyeron los operativos policiales. Siempre dejaban algo sin aclarar: que zonas liberadas, que escuchas y arreglos con algunas barras, que cobro por 100 y van la mitad, y que se está investigando el destino del dinero sobrante de los operativos que, parece, se los guardaba "alguien" con estrellitas en su uniforme y escudo grande en la gorra.
Los equipos estaban en el estadio, la terna arbitral también, los delegados de AFA y veedores ya habían llegado, poco público esperaba que se abrieran las puertas del Gallardón...... Pero faltaba algo: La seguridad. Sí, no había policías.
A las 10:30, el Comisario de Lomas le solicitó a la dirigencia agregar 100 efectivos más a los 250 ya establecidos y pagados por el club, porque en caso contrario no se podría brindar seguridad.
Oscar Ferreyra, presidente de Los Andes, puso el grito en el cielo y no estuvo dispuesto a pagar ni un peso más. Además dijo que 250 ya eran demasiados para una cantidad de 900 espectadores que se esperaban; y realmente tenía razón. El Comisario dijo: "No prestamos servicio", aclarando que iban 350 o nadie. Si esto no es extorsionar, díganme ustedes qué es.
Al enterarse del tema, el árbitro Alejandro Castro intentó acercar a las partes. Hasta se manejó la posibilidad de jugar sin público. Pero como nadie daba garantías de seguridad, el juez del partido tuvo que suspenderlo.
Los directivos locales estaban desatados contra la policía y estudiaban las acciones a realizar, mientras que la delegación de Villa Dálmine mostraba su disconformismo por los gastos que el viaje ocasiona, porque no va a ser fácil reprogramarlo en las últimas fechas y, también, por la situación que se dio con la policía.
Acá hay algo muy claro: La policía bonaerense, por medio de su autoridad local, extorsionó, lisa y llanamente, a la dirigencia del fútbol. Esta vez pasó en Lomas, mañana puede pasar en Caseros o en Casanova, después en Laferrere o en La Plata. Y hay que estudiar muy bien este tema.
Los Andes ya había pagado el operativo que la misma policía armó con 250 "inefectivos" en la semana. ¿Cómo es que una hora antes se dieron cuenta que era insuficiente la cantidad?. Como dijo el presidente Ferreyra, "si vienen 900 personas, ya 250 son muchos. ¿Para qué se necesitan 100 más a una hora del partido?".
Esta solicitud no es casual; está armada por alguien que comenzó a extorsionar de esta manera. Los motivos, realmente, no los conozco, pero puedo inferirlos en una interna policial entre la cúpula, renovada por la Gobernadora Vidal, y los viejos "jefes de zona", que ven como se les puede escapar "una galletita" que saborearon durante mucho tiempo.
La política sucia, como vemos, empaña todo lo bueno que se pueda o intente hacer.
Otra vez más, el fútbol como deporte y espectáculo de esparcimiento, perdió.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: la fotos fueron obtenidas de Google.
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